lunes, 5 de diciembre de 2016
Dijo Aristóteles: la naturaleza es maravillosa, y tenía razón. Prueba de ello son estos árboles a los que solo nos queda admirar.
Es una especie originaria de América. Su fruto luce como una bala de cañón, de ahí su nombre popular. Crece hasta 30 metros. Sus hermosas flores solo brotan en el tronco central. Su fruto tiene un olor desagradable, por eso también se le conoce como coco hediondo. Es considerado un árbol sagrado por los hindúes.
Es considerado uno de los árboles tropicales más bellos del mundo. Produce maravillosas flores rojas y amarillas que semejan las llamas del fuego. Cuando maduran, desarrollan coronas amplias en forma de paraguas. Puede alcanzar los 15 metros de altura.
